Origen: tradición de origen europeo y festividades pre-cristianas.
“Las raíces de esta tradición son desconocidas hasta el momento, pero se cree que viene de España el arraigo del catolicismo en la zona. Se estima que San Juan el Bautista, que preparó a la humanidad para le llegada de Jesús, nació "en un solsticio de verano" (en el hemisferio norte), por lo que se definió su fecha en el Santoral el día 24 de junio.
La Noche de San Juan es una festividad de origen muy antiguo que suele ir ligada a encender hogueras o fuegos. Las mismas se vinculan a las celebraciones pre cristianas de la llegada del solsticio de verano en el hemisferio norte. La finalidad de este rito tenía como finalidad "dar más fuerza al sol", que a partir de esos días, iba haciéndose más "débil" ya que los días se van haciendo más cortos cuanto mas se acercan al solsticio del invierno. Simbólicamente el fuego esta asociado a una función "purificadora" en las personas que lo contemplaban. Hogueras de San Juan son festividades que se presentan en muchas partes de Europa, aunque está especialmente arraigada en España, Portugal (Fogueiras de São João), Noruega (Jonsok), Dinamarca (Sankthans), Suecia (Midsommar), Finlandia (Juhannus), Estonia (Jaanipäev) y Reino Unido (Midsummer). En Sudamérica, Brasil estas festividades toman el nombre de “Festas Juninas”, en los demás países americanos, sigue siendo “La Noche de San Juan”.
En América
En el largo y doloroso proceso de cristianización de los pueblos que convivían en América, las autoridades españolas trataron de garantizar su inclusión y sobretodo el control de todos los habitantes de la colonia a través de una serie de reglamentaciones, cuyas leyes procuraron no dejar nada al azar. Con muchísimo celo, se tuvo cuidado a todo lo referente a las festividades religiosas. No olvidemos que toda Europa y sus reinados estaban influenciados por la Iglesia Católica, el cristianismo y la famosa Inquisición, con lo que el aspecto religioso era de esencial cuidado y control con sus consecuentes represiones.Para garantizar este control desde Europa y para aplicar en América surge el CÓDIGO NEGRO.El Código Negro
En la segunda mitad del siglo XVIII la Corona española expidió varios Códigos Negros adaptando el Código francés de 1685 e incorporando parte de la anterior legislación esclavista española para conformar un cuerpo jurídico coherente con miras a controlar la población esclava y lograr un tratamiento más humanitario que evitara los levantamientos, las rebeliones y el cimarronismo.El Código Negro o Instrucción de 1789 fue preparado en la Audiencia de Santo Domingo y expedido por Carlos III, con vigencia para todas las colonias. La reacción de los propietarios, entre ellos los esclavistas del Nuevo Reino de Granada, fue inmediata y lograron la suspensión, por parte del Consejo de Indias, de todos sus efectos. Es así que con más o menos rigor se comienza a aplicar este CÓDIGO NEGRO, cuya ley establecía en este artículo:
En los días de fiesta y de precepto, los propietarios no podrán obligar a los esclavos a trabajar, después que estos hayan escuchado la misa y las explicaciones de la doctrina cristiana. Igualmente, los propietarios o los patronos deberán tratar que los esclavos de sus haciendas se reúnan por sexo y hagan fiestas de manera simple y con la presencia del patrón, pero éste último deberá prohibir los excesos en la bebida. La diversión deberá acabarse antes del llamado a la plegaria.
Muchas celebraciones de origen “pagano” como consideraron los conquistadores (como la del solsticio de verano, influidas por ritos pre-cristianos o simplemente vinculados a los ciclos de la naturaleza, festividades tanto de los pueblos originarios como de los esclavizados traídos de África) fueron absorbidas y adaptadas dentro de su liturgia por la Iglesia Católica, como lo vemos es el caso de la celebración del día de San Juan Bautista. Es la conmemoración de San Juan y su festividad, donde hoy en día nos podrá resultar más visible el sincretismo logrado entre las creencias religiosas de los esclavos traídos de África y la de los conquistadores y/o colonizadores españoles.
Unas de las tradiciones que recuerdo de mi familia era el cocinar boniatos y las células de San Juan. Quizás el cocinar boniatos asados en un horno de carbón sustituiría para mi abuela Florencia, las fogatas por un lado y alguna otra tradición que no nos contaron.
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