martes, 17 de julio de 2012

Olimpicos Historico - Jose Leandro Andrade -

Estrella de la Copa Mundial de la FIFA 1930: Jose Leandro Andrade

José Leandro Andrade fue el Pelé de su época. Hasta la actualidad, la estrella del Campeonato del Mundo de 1930 es un gran ídolo del fútbol en su patria Uruguay.

Andrade fue la estrella del primer torneo de los Mundiales y ya anteriormente el héroe en ganar medallas de oro de los ”Uruguayos“ en los torneos Olímpicos de 1924 y 1928.

Después de sus apariciones en París y Amsterdam Andrade fue festejado en Europa como ”Futbolista con los pies de oro“. En el país madre del fútbol, en Inglaterra, al centrocampista negro se le llamó tras sus brillantes hechos olímpicos el ”mayor de todos los grandes uruguayos“. El Comité Olímpico Internacional (COI) le concedió incluso la ”Copa Olímpica“.


Hasta ahora José Leandro Andrade, la estrella de la primera Copa Mundial de 1930 en Uruguay, es un héroe nacional. El uruguayo fue la primera gran estrella de los Mundiales. (Foto: Feuer)
El legendario jugador nacional alemán Richard Hofmann describió así como testigo mismo a Andrade, que procedía de la clase más pobre de la población del país y privadamente se le consideraba como un contemporáneo muy movido: “Uruguay fue entonces el equipo mejor del mundo. Su estrella era Andrade. Era un artista del fútbol, que podía hacer con el balón todo lo que quería. Era un grandón, de movimientos elásticos, que prefería siempre el juego directo, no corporal, elegante y siempre estaba varias situaciones más delante en sus pensamientos. Andrade fue un jugador de una limpieza que llamaba la atención. Renunciaba a los pases teatrales de sus compañeros, que se retorcían y revolcaban en el suelo en las faltas para sacar ventajas de los árbitros. Andrade se reía también siempre amablemente en el juego.“

Un periodista holandés se entusiasmó hablando después de la Copa Olímpica de los uruguayos: “Andrade era un jugador tan grande y sus compañeros eran tan expertos que a uno le daba pena verlos salir del campo de fútbol.“ Sin embargo. al aspirar al Oro olímpico Andrade sufrió una grave lesión que posteriormente resultó ser muy seria. En el partido de semifinal contra Italia Andrade se golpeó contra un poste de la portería en una acción defensiva y se lesionó gravemente los ojos.


José Leandro Andrade, que llevó a Uruguay en 1930 en el propio país al título mundial, en la “ropa de competición“ de los años treinta. (Foto: Feuer)
En 1930 el uruguayo fue el héroe indiscutible del primer torneo de la Copa Mundial, en el que metió un gol en cuatro partidos y fue elegido como corredor derecho en el ‘Equipo Todo Estrellas’ del torneo. Aquí ya no estaba en la genial forma de sus victorias olímpicas. En ese momento ya había jugado el afinador de pianos, nacido el 1 de octubre de 1901, para Penarol Montevideo, Misiones, Reformas, Bellavista y Nacional Montevideo y estaba empleado como funcionario en el Servicio Público. Fue tres veces campeón de Sudamérica (1922, 1923, 1926), se trajo a casa con Nacional cuatro campeonatos de liga. Andrade jugó hasta los 36 años y realizó en total 43 partidos internacionales (de ellos 33 partidos en la clase A). A un compromiso en Atalanta AFA Buenos Aires (1936) en Argentina continuaron juegos amistosos del virtuoso del balón en Bella Vista y los Montevideo Wanderers FC (1937).

Los sudamericanos veneraban a Andrade, el talento natural, el fenómeno, como ”La Maravilla Negra“. Pero tras los éxitos comenzó a desmoronarse la estatua Andrade. Mientras que después de la carrera el compañero de juegos y capitán, Jose Nasazzi, ascendió a director general del Casino de Montevideo, el delantero Pedro Cea pasó de vendedor de helados a periodista de radio y Héctor Scarone a entrenador, con Andrade fue todo cuesta abajo. La lesión de ojos sufrida en 1928 fue cada vez a peor. A edad avanzada, Andrade volvió al punto de partida de su carrera, abandonó Nacional y se fue a Penarol. Allí los funcionarios le habían licenciado y hecho la vida imposible a comienzos de su carrera deportiva, al parecer por motivos racistas.

En la Copa Mundial de 1950 en Brasil, donde Uruguay ganó de manera sensacional el segundo Título Mundial, José Leandro Andrade estuvo presente como invitado. En el campo estaba de nuevo un Andrade con la camiseta del Uruguay. José Leandro vio en su posición a su sobrino Víctor Rodríguez, que en honor a su tío se había puesto el segundo apellido Andrade.

El periodista alemán que vivía en Sudamérica, Fritz Hack, necesitó en otoño de 1956 seis días para encontrar a la ”Maravilla negra“ en Montevideo. “Me ayudaron amigos. Pero lo que viví, fue una imagen de horror“, informó Hack. En la “Calle Perazza“ vivía el una vez famoso y celebrado Andrade en un piso sótano deteriorado. “Encontré a Andrade en un tugurio espartanamente amueblado, se había dado totalmente al alcohol y debido a sus lesiones de ojos estaba casi ciego de un lado. Mis preguntas no pudo responderlas. Las respuestas las dio una hermosa mujer, la hermana del antiguo campeón olímpico.“

Casi un año más tarde  falleció el campeón mundial y ganador olímpico doble. José Leandro Andrade fue hallado muerto el 4 de octubre de 1957, tres días después de su 56 cumpleaños. El antiguo empleado del gobierno sólo poseía una cama, un armario y algunas medallas metidas en una caja de cartón de zapatos. En el recuerdo de millones de fans del fútbol de su país, está inculcado el nombre Andrade hasta hoy en día con la Era dorada de la selección nacional uruguaya y el primer Campeonato Mundial.

Fuente: ContiSoccerWorld

sábado, 23 de junio de 2012

Festividades de San Juan - Junio

  Origen: tradición de origen europeo y festividades pre-cristianas.


 “Las raíces de esta tradición son desconocidas hasta el momento, pero se cree que viene de España el arraigo del catolicismo en la zona. Se estima que San Juan el Bautista, que preparó a la humanidad para le llegada de Jesús, nació "en un solsticio de verano" (en el hemisferio norte), por lo que se definió su fecha en el Santoral el día 24 de junio.
 La Noche de San Juan es una festividad de origen muy antiguo que suele ir ligada a encender hogueras o fuegos. Las mismas se vinculan a las celebraciones pre cristianas de la llegada del solsticio de verano en el hemisferio norte. La finalidad de este rito tenía como finalidad "dar más fuerza al sol", que a partir de esos días, iba haciéndose más "débil" ya que los días se van haciendo más cortos cuanto mas se acercan al solsticio del invierno. Simbólicamente el fuego esta asociado a una función "purificadora" en las personas que lo contemplaban. Hogueras de San Juan son festividades que se presentan en muchas partes de Europa, aunque está especialmente arraigada en España, Portugal (Fogueiras de São João), Noruega (Jonsok), Dinamarca (Sankthans), Suecia (Midsommar), Finlandia (Juhannus), Estonia (Jaanipäev) y Reino Unido (Midsummer). En Sudamérica, Brasil estas festividades toman el nombre de “Festas Juninas”, en los demás países americanos, sigue siendo “La Noche de San Juan”.

 En América

En el largo y doloroso proceso de cristianización de los pueblos que convivían en América, las autoridades españolas trataron de garantizar su inclusión y sobretodo el control de todos los habitantes de la colonia a través de una serie de reglamentaciones, cuyas leyes procuraron no dejar nada al azar. Con muchísimo celo, se tuvo cuidado a todo lo referente a las festividades religiosas. No olvidemos que toda Europa y sus reinados estaban influenciados por la Iglesia Católica, el cristianismo y la famosa Inquisición, con lo que el aspecto religioso era de esencial cuidado y control con sus consecuentes represiones.Para garantizar este control desde Europa y para aplicar en América surge el CÓDIGO NEGRO.

El Código Negro

 En la segunda mitad del siglo XVIII la Corona española expidió varios Códigos Negros adaptando el Código francés de 1685 e incorporando parte de la anterior legislación esclavista española para conformar un cuerpo jurídico coherente con miras a controlar la población esclava y lograr un tratamiento más humanitario que evitara los levantamientos, las rebeliones y el cimarronismo.
El Código Negro o Instrucción de 1789 fue preparado en la Audiencia de Santo Domingo y expedido por Carlos III, con vigencia para todas las colonias. La reacción de los propietarios, entre ellos los esclavistas del Nuevo Reino de Granada, fue inmediata y lograron la suspensión, por parte del Consejo de Indias, de todos sus efectos. Es así que con más o menos rigor se comienza a aplicar este CÓDIGO NEGRO, cuya ley establecía en este artículo:

En los días de fiesta y de precepto, los propietarios no podrán obligar a los esclavos a trabajar, después que estos hayan escuchado la misa y las explicaciones de la doctrina cristiana. Igualmente, los propietarios o los patronos deberán tratar que los esclavos de sus haciendas se reúnan por sexo y hagan fiestas de manera simple y con la presencia del patrón, pero éste último deberá prohibir los excesos en la bebida. La diversión deberá acabarse antes del llamado a la plegaria.

Muchas celebraciones de origen “pagano” como consideraron los conquistadores (como la del solsticio de verano, influidas por ritos pre-cristianos o simplemente vinculados a los ciclos de la naturaleza, festividades tanto de los pueblos originarios como de los esclavizados traídos de África) fueron absorbidas y adaptadas dentro de su liturgia por la Iglesia Católica, como lo vemos es el caso de la celebración del día de San Juan Bautista. Es la conmemoración de San Juan y su festividad, donde hoy en día nos podrá resultar más visible el sincretismo logrado entre las creencias religiosas de los esclavos traídos de África y la de los conquistadores y/o colonizadores españoles.

Unas de las tradiciones que recuerdo de mi familia era el cocinar boniatos y las células de San Juan. Quizás el cocinar boniatos asados en un horno de carbón sustituiría para mi abuela Florencia, las fogatas por un lado y alguna otra tradición que no nos contaron.


Qué eran las Cédulas de San Juan?

“Las cédulas de San Juan" era un juego muy popular en el Montevideo de antaño. “En una caja de cartón se ponían dobladas unas servilletas con los nombres de los galanes y las damas. Cada uno sacaba las llamadas "cédulas" y así se armaban las parejas. Vecinos, jóvenes y veteranos y hasta los comerciantes de la cuadra se reían y emocionaban. Con el infaltable chocolate, ideal para esa fría noche invernal se cantaban los nombres de las cédulas y anunciaba la ubicación de las parejas entre aplausos y risas”. El escritor Florencio Sánchez recogió en su obra “Las Cedulas de San Juan” parte de estas tradiciones. La obra fue representada por primera vez en 1904 en Buenos Aires. El compositor Cayetano Alberto Silva afrodescendiente, compuso la música para esta obra de Sánchez, el que también fue su amigo. Otra de las tradiciones era y es aún quemar en las Hogueras papelitos en donde se deben escribir las cosas malas de las cuales nos queremos alejar. En resumen este es el festival del fuego. El fuego como principal protagonista donde se funde el culto pagano del fuego y las hogueras, con la festividad de la iglesia. Una de las festividades que ha perdurado en la que se han conservados costumbres populares, se han mantenido sus práctica inclusive dentro del mismo cristianismo.

La purificación y el Fuego

 “El gran protagonista de la Noche de San Juan es el fuego, cuyo fin no sólo es rendir tributo al sol, sino también purificar los pecados del hombre”. El cocinar papas o boniatos, en las hogueras los que luego eran ofrecidos a los asistentes al festejo, tenía como fundamento el asegurar que hubiera alimento suficiente durante todo el año. Contaban que antiguamente en estas fogatas se arrojaban a sus llamas las ropas viejas, papeles, y cualquier objeto que representara un mal recuerdo, y así se exorcizaban los malos sucesos de los doce meses anteriores. Mucho se dice de los portales mágicos que se abren en estos días donde el fuego purificador, nos alivia de las enormes cargas que nos da el vivir.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Religião História - As Religiões Negras Do Brasil

Religião História - As Religiões Negras Do Brasil
Documento hallado originalmente en www.4shared.com, hallamos dicho documento de real importancia para nuestros lectores los que sabemos interesados.
Para contactarse con ellos aldeiagriot@gmail.com

Las necesidades especiales del cabello de los afro-descendientes


Todas conocemos las diferencias evidentes entre el cabello característico de los afro-americanos y de los europeos. Hay una diferencia en los patrones de textura y de forma (el cabello de los afro-americanos suele ser muy vasto e incluso enrulado o rizado), así como de color (el cabello de los afro-americanos suele ser negro, con sólo algunas raras excepciones). Sin embargo, pocas personas que no son afro-americanas se dan cuenta de que existen diferencias menos notorias.

El cabello de los afro-americanos (al que llamaremos cabello étnico para los propósitos de nuestra discusión) siempre tiende a ser poroso, lo que significa que la hidratación fácilmente atraviesa la cutícula del cabello. Ya ves, dado que el cabello étnico tiende a ser áspero, la cutícula de cada fibra de cabello suele estar más elevada, lo que significa que, aunque pueda absorber la humedad fácilmente, también pierde con facilidad la hidratación. A causa de esto, el cabello étnico requiere de mayor atención para mantenerse saludable.

Mientras que el cabello de los europeos puede beneficiarse con un tratamiento ocasional basado en aceite, es fácil que esos aceites lo saturen y que quede liso y chato. Por su parte, el cabello étnico necesita de esos aceites para proteger el pelo. De hecho, la historia nos ha demostrado que los aceites eran una parte importante diaria del cuidado del cabello entre los habitantes del antiguo Egipto (hace mucho tiempo, unos 3000 años atrás). Los aceites generaban una barrera que actuaba como sellado y permitía conservar la hidratación del pelo, dejándolo suave y controlable.

Cuestiones comunes del cabello étnico:

Como hemos dicho antes, uno de los problemas comunes del cabello étnico es la sequedad. Por este motivo, los productos especiales para cabellos étnicos contienen fórmulas que incluyen humectantes intensos, aceites y grasas que ayudan a hidratar y conservar la humedad.
Según un estudio nacional (norteamericano) llevado a cabo este año hace unos meses, el problema principal que enfrentan las mujeres con cabello étnico son los quiebres (el 60% de las mujeres de raza negra identificaron el quiebre del cabello como su problema número uno). Mientras que la tendencia natural hacia la sequedad no ayuda, el responsable mayor del problema de los quiebres capilares en las mujeres con cabello étnico son los métodos que usan para darle forma. Aproximadamente un 80% de las mujeres de raza negra usan algún método para alisar el cabello. Estos métodos pueden ser tanto procesos químicos como alisadores y permanentes suaves hasta tratamientos de calor como las planchas y los secadores de cabello.

Los productos químicos de alisado contienen fórmulas muy fuertes que rompen los enlaces de disulfuro del cabello permitiendo que el pelo quede liso. Los alisadores más comunes contienen álcalis fuertes que pueden ensanchar el cabello al doble de su tamaño normal, mientras que los que contienen alisantes de hidróxido hacen que los enlaces rotos ya no puedan volver a unirse. Las permanentes suaves son procesos diseñados para que los rizos naturales del cabello sean más grandes. Ambos tratamientos son muy agresivos para el cabello.

Los tratamientos de calor son otro procedimiento que es especialmente agresivo para el cabello étnico. Los rizadores de cabello, las planchas y las pinzas que se usan comúnmente pueden estar a una temperatura de 200 grados centígrados. Incluso los secadores que se usan para alisar utilizan una temperatura lo suficientemente alta como para absorber la humedad del pelo.

Otros riesgos del cabello étnico:

Otro proceso químico que puede dañar seriamente el cabello étnico es la coloración. Dado que el cabello étnico es tradicionalmente negro (nivel 1) casi todos los cambios de color requieren algún grado de aclarado (decoloración), lo que puede causar muchos daños al cabello si no se realiza con cuidado. Generalmente, se recomienda que la coloración no sobrepase los 4 o 5 tonos del color de pelo natural, aunque esto limita las elecciones de color disponibles para las mujeres con cabello étnico.

Sin embargo, algunas mujeres quieren el cabello más claro y en algunos casos van desde su color natural de nivel 1 hasta el nivel 8 o 9 característico de las rubias más llamativas. Este tipo de aclarado puede hacer que el cabello adquiera la textura de una paja incluso cuando lo hace un experto y, por eso, bajo ninguna circunstancia debería realizarse sin la ayuda de un profesional. Hay muchos estilistas de origen afro-americano de renombre que se han manifestado en contra de la moda de sobreiluminar el cabello étnico debido a los riesgos inherentes del proceso de coloración.

Es importante recordar que el cabello dañado no se puede “curar”. La única solución es tratar el cabello con productos capilares que lo protejan de otros daños y que lo ayuden a “parecer” saludable. Piensa en esto cuando estés pensando en probar una iluminación en tu cabello. La primera vez que deslices tus dedos en tu pelo y los retires con una mano llena de cabellos quebrados ya será demasiado tarde.

Todos estos factores agotan y debilitan el cabello, haciendo que sea propenso a los quiebres. A causa de esto, el cabello étnico sometido a estos tratamientos debe ser tratado con frecuencia para fortificarlo con proteínas, rehidratarlo con humectantes y sellarlo contra la pérdida de humedad. También es fundamental que el producto usado para el cabello étnico sea el adecuado para estas necesidades. Hay muchos productos especiales para este tipo de pelo que están disponibles en el mercado, y en la industria de belleza capilar constantemente están apareciendo nuevas líneas.

Recomendaciones:

Para el caso del cabello étnico, es importante usar un champú suave y un acondicionador que contenga elementos que permitan mantenerlo hidratado, el cual debes usar a diario, incluso los días en que no te lavas el pelo. También es importante usar un producto suave basado en aceites que sirva para conservar la humedad y prevenir los daños de los tratamientos a los que sometemos el cabello. Esto se vuelve doblemente importante si usas aplicaciones de calor. Finalmente, considera usar una mascarilla de hidratación profunda (baño de crema) al menos una vez por semana y tratamientos con proteínas al menos una mes al mes.

Si prestas mucha atención a las necesidades del cabello étnico, puedes estar segura de que tendrás un pelo sano con el cual te sentirás completamente feliz.

Fuente:cabellosypeinados.com

lunes, 18 de febrero de 2008

Mirada interior de la tradicion oral -

por Manuel Zapata Olivella
(fragmento de Descolonización de la tradición oral Africana en América)

Aún cuando son decisivos los estudios académicos interdisciplinarios para la comprensión de los fenómenos sociales, culturales, económicos y políticos que influyen en la diáspora de los pueblos de ascendencia africana, es indispensable agregar a éstos, la visión ancestral de los forjadores de su propia historia. Organizar, interpretar y desarrollar tesis sobre la diáspora del pueblo negro iletrado sin tener en cuenta la visión ancestral preservada por los más viejos y experimentados podría conducir a la comprensión alienada que tradicionalmente han realizado los colonizadores.
Desde este punto de vista, la Diáspora Africana debe contemplar el estudio del complejísimo fenómeno de las relaciones entre el pensamiento empírico y pensamiento científico, las cuales se han interpretado en forma dogmática por parte de los investigadores académicos. Este tema impone una revisión de los criterios tradicionales sobre conocimiento vivencial y filosofía científica; fenómenos fácticos y metafísicos; sistemas filosóficos empiromágicos y sistemas filosóficos cientificotécnicos.

A partir del esclarecimiento de estos contextos filosóficos que no son otra cosa que etapas en el desarrollo del pensamiento humano, podremos comprender y calibrar en su justo valor la teoría y la praxis de los pueblos iletrados de la diáspora; su importancia, funcionalidad y trascendencia en relación con la filosofía y la ciencia.
Contrario a lo que generalmente se cree, estos dos contextos filosóficos, lejos de oponerse se interpenetran y complementan en la historia y la vida social contemporánea de los hombres; no hay científico que no utilice en sus hipótesis y teorías algunas ideas mágicas para la comprensión del mundo y el comportamiento social; como tampoco, hoy día, el salvaje más alejado de la civilización, deja de saber de la existencia de una tecnología superior utilizada por hombres, seres extraterrestres o dioses, (aviones, armas de fuego, polución, etc.), a la cual temen, admiran y en cierta forma utilizan.
Nosotros, investigadores de la diáspora africana en todas sus experiencias en continentes y pueblos del mundo, no podemos soslayar en nuestros estudios la sabiduría tradicional y popular de nuestros hermanos acumulada en el desarrollo y enriquecimiento de la humanidad.

Lenguaje y Tradición Oral

Generalmente se confunde el papel que juega el lenguaje como instrumento representativo y abstracto de la realidad concreta y el papel de la tradición oral que acumula las experiencias materiales y espirituales de los pueblos analfabetos: mitos, oficios, costumbres, etc.

Nuestro trabajo debe diferenciar claramente estos dos fenómenos que constituyen la esencia y dinámica de la creatividad de los pueblos empíricos, entre ellos los africanos en su diáspora.
La lingüística cultural nos ha enriquecido con la noción de que el lenguaje o el idioma no es un simple contexto de palabras depositarias del pensamiento, sino la herramienta humana más importante del hombre para transformar la realidad y la sociedad. En esta forma la creatividad del hombre negro pudo preservar sus valores originales (africanos) aunque le hubieran amputado sus idiomas tradicionales.
La tradición oral de nuestros pueblos no es, pues, un simple receptáculo de experiencias y pensamientos, sino la palanca de apoyo para preservar su propia cultura, asimilar las extrañas y recrearlas en nuevos fenómenos étnicos, sociales, políticos y económicos. De aquí la necesidad de comprender sus más profundas filosofías y comportamientos, sin los cuales apenas podríamos valorar los efectos secundarios, las formas, los resultados alienantes del aculturizador.
Este examen a profundidad, es posible, lo hemos practicado en múltiples trabajos que nos han permitido identificar las raíces africanas en los fenómenos de mestizaje operados en la sociedad colombiana caracterizada por la pluralidad de los valores étnicos y culturales aportados por el indio, el negro y sus colonizadores europeos.

Resistencia y Creatividad en la Opresión

Existe la creencia generalizada de imaginar que en los procesos de opresión cultural, las comunidades oprimidas desarrollan conscientemente ciertas tácticas lingüísticas defensivas para preservar los valores de su cultura frente a los impuestos por el opresor, como acontece con los dialectos o lenguas lunfardas.
En realidad este fenómeno ocurre y se manifiesta en diferentes formas según el grado y circunstancias de la opresión. Lo que queremos destacar es que este fenómeno se opera no sólo en los grupos sino en forma natural e inalienable en cada individuo; la naturaleza abstracta, subjetiva y recreadora del pensamiento permite que la persona exprese o no abiertamente con la palabra la intimidad de sus opiniones.
Para los pueblos e individuos africanos, arrancados de su ámbito cultural original e impedidos generalmente de comunicarse en sus propias lenguas por falta de interlocutores, la valoración subjetiva influyó forzosamente para dar connotaciones nuevas a las palabras utilizadas en el idioma que les imponía el opresor; esta actividad intelectual y recreadora insoslayable en todo hablante, permitió al hombre negro preservar sus connotaciones ancestrales, cualquiera que hubiese sido el grado o la forma de opresión cultural; estuviera aislado o en grupo; entre miembros de una misma etnia y en los procesos de mestizaje.
De igual manera, la conceptualización subjetiva y recreadora del lenguaje, también nos facilita comprender que el grado de penetración de los valores negros dentro de la cultura del opresor va más allá de la simple preservación del lenguaje original, palabras o modalidades fonéticas; Independientemente de que el colonizado haya querido o no recrear nuevos idiomas o dialectos, sus sentimientos e interpretaciones conformaron en la lengua impuesta un nuevo substrato que en los sucesivos y continuados procesos de aculturación y endoculturación constituye el más importante aporte africano.
Igualmente en América Latina debemos destacar que el influjo africano se produjo mayormente en el lenguaje hablado por haber sido sistemáticamente privado de la enseñanza formal del idioma opresor y por mantenerse en el más absoluto analfabetismo. El resultado de esta doble represión lingüística ha sido el enriquecimiento de la tradición oral en las comunidades de origen africano ya que en el hacinamiento y marginación a que fueron sometidas, su expresividad pudo operar libremente sin la intervención del opresor. De las bodegas de los barcos negreros; de las barracas de esclavos; de las barriadas negras en las ciudades; de las comunidades rurales, plantaciones y haciendas y comunidades cimarronas, surgieron las nuevas connotaciones, idiomas y dialectos con que los pueblos negros han enriquecido en América las lenguas modernas.
Desde luego que en los largos procesos de opresión y aculturación cultural, los africanos también debieron recibir y asimilar valores lingüísticos de sus opresores, adaptándolos como propios; de la misma manera gran parte de sus connotaciones ancestrales e idiomas desaparecieron o se recrearon en las condiciones materiales y espirituales de convivencia y mestizaje con otras etnias.
Este último fenómeno ha sido particularmente señalado por Franstz Fanon, señalando el peligro que afrontan los individuos y pueblos colonizados al recibir y asimilar los valores del colonizador, perdiendo los propios.
En nuestros trabajos en Colombia sobre tradición oral hemos tenido oportunidad de estudiar fenómenos de intercambios lingüísticos entre indios, africanos y europeos en las comunidades analfabetas y semiletradas con profuso mestizaje étnico y cultural. Tales fenómenos son muy profundos hasta el grado de no poderse apreciar con precisión el origen de los préstamos actualmente utilizados como propios por todos los hablantes.
Queremos llamar la atención sobre este particular ya que en los análisis comparativos y teoréticos se suele incurrir lúcida o inconscientemente, en interpretaciones subjetivas que no corresponden a la naturaleza del fenómeno observado.
La Mirada Interior de la Tradición Oral
Aún cuando son decisivos los estudios académicos interdisciplinarios para la comprensión de los fenómenos sociales, culturales, económicos y políticos que influyen en la diáspora de los pueblos de ascendencia africana, es indispensable agregar a éstos, la visión ancestral de los forjadores de su propia historia. Organizar, interpretar y desarrollar tesis sobre la diáspora del pueblo negro iletrado sin tener en cuenta la visión ancestral preservada por los más viejos y experimentados podría conducir a la comprensión alienada que tradicionalmente han realizado los colonizadores.
Desde este punto de vista, la Diáspora Africana debe contemplar el estudio del complejísimo fenómeno de las relaciones entre el pensamiento empírico y pensamiento científico, las cuales se han interpretado en forma dogmática por parte de los investigadores académicos. Este tema impone una revisión de los criterios tradicionales sobre conocimiento vivencial y filosofía científica; fenómenos fácticos y metafísicos; sistemas filosóficos empiromágicos y sistemas filosóficos cientificotécnicos.

A partir del esclarecimiento de estos contextos filosóficos que no son otra cosa que etapas en el desarrollo del pensamiento humano, podremos comprender y calibrar en su justo valor la teoría y la praxis de los pueblos iletrados de la diáspora; su importancia, funcionalidad y trascendencia en relación con la filosofía y la ciencia.
Contrario a lo que generalmente se cree, estos dos contextos filosóficos, lejos de oponerse se interpenetran y complementan en la historia y la vida social contemporánea de los hombres; no hay científico que no utilice en sus hipótesis y teorías algunas ideas mágicas para la comprensión del mundo y el comportamiento social; como tampoco, hoy día, el salvaje más alejado de la civilización, deja de saber de la existencia de una tecnología superior utilizada por hombres, seres extraterrestres o dioses, (aviones, armas de fuego, polución, etc.), a la cual temen, admiran y en cierta forma utilizan.
Nosotros, investigadores de la diáspora africana en todas sus experiencias en continentes y pueblos del mundo, no podemos soslayar en nuestros estudios la sabiduría tradicional y popular de nuestros hermanos acumulada en el desarrollo y enriquecimiento de la humanidad.

Lenguaje y Tradición Oral

Generalmente se confunde el papel que juega el lenguaje como instrumento representativo y abstracto de la realidad concreta y el papel de la tradición oral que acumula las experiencias materiales y espirituales de los pueblos analfabetos: mitos, oficios, costumbres, etc.

Nuestro trabajo debe diferenciar claramente estos dos fenómenos que constituyen la esencia y dinámica de la creatividad de los pueblos empíricos, entre ellos los africanos en su diáspora.
La lingüística cultural nos ha enriquecido con la noción de que el lenguaje o el idioma no es un simple contexto de palabras depositarias del pensamiento, sino la herramienta humana más importante del hombre para transformar la realidad y la sociedad. En esta forma la creatividad del hombre negro pudo preservar sus valores originales (africanos) aunque le hubieran amputado sus idiomas tradicionales.
La tradición oral de nuestros pueblos no es, pues, un simple receptáculo de experiencias y pensamientos, sino la palanca de apoyo para preservar su propia cultura, asimilar las extrañas y recrearlas en nuevos fenómenos étnicos, sociales, políticos y económicos. De aquí la necesidad de comprender sus más profundas filosofías y comportamientos, sin los cuales apenas podríamos valorar los efectos secundarios, las formas, los resultados alienantes del aculturizador.
Este examen a profundidad, es posible, lo hemos practicado en múltiples trabajos que nos han permitido identificar las raíces africanas en los fenómenos de mestizaje operados en la sociedad colombiana caracterizada por la pluralidad de los valores étnicos y culturales aportados por el indio, el negro y sus colonizadores europeos.
Resistencia y Creatividad en la Opresión
Existe la creencia generalizada de imaginar que en los procesos de opresión cultural, las comunidades oprimidas desarrollan conscientemente ciertas tácticas lingüísticas defensivas para preservar los valores de su cultura frente a los impuestos por el opresor, como acontece con los dialectos o lenguas lunfardas.
En realidad este fenómeno ocurre y se manifiesta en diferentes formas según el grado y circunstancias de la opresión. Lo que queremos destacar es que este fenómeno se opera no sólo en los grupos sino en forma natural e inalienable en cada individuo; la naturaleza abstracta, subjetiva y recreadora del pensamiento permite que la persona exprese o no abiertamente con la palabra la intimidad de sus opiniones.
Para los pueblos e individuos africanos, arrancados de su ámbito cultural original e impedidos generalmente de comunicarse en sus propias lenguas por falta de interlocutores, la valoración subjetiva influyó forzosamente para dar connotaciones nuevas a las palabras utilizadas en el idioma que les imponía el opresor; esta actividad intelectual y recreadora insoslayable en todo hablante, permitió al hombre negro preservar sus connotaciones ancestrales, cualquiera que hubiese sido el grado o la forma de opresión cultural; estuviera aislado o en grupo; entre miembros de una misma etnia y en los procesos de mestizaje.
De igual manera, la conceptualización subjetiva y recreadora del lenguaje, también nos facilita comprender que el grado de penetración de los valores negros dentro de la cultura del opresor va más allá de la simple preservación del lenguaje original, palabras o modalidades fonéticas; Independientemente de que el colonizado haya querido o no recrear nuevos idiomas o dialectos, sus sentimientos e interpretaciones conformaron en la lengua impuesta un nuevo substrato que en los sucesivos y continuados procesos de aculturación y endoculturación constituye el más importante aporte africano.
Igualmente en América Latina debemos destacar que el influjo africano se produjo mayormente en el lenguaje hablado por haber sido sistemáticamente privado de la enseñanza formal del idioma opresor y por mantenerse en el más absoluto analfabetismo. El resultado de esta doble represión lingüística ha sido el enriquecimiento de la tradición oral en las comunidades de origen africano ya que en el hacinamiento y marginación a que fueron sometidas, su expresividad pudo operar libremente sin la intervención del opresor. De las bodegas de los barcos negreros; de las barracas de esclavos; de las barriadas negras en las ciudades; de las comunidades rurales, plantaciones y haciendas y comunidades cimarronas, surgieron las nuevas connotaciones, idiomas y dialectos con que los pueblos negros han enriquecido en América las lenguas modernas.
Desde luego que en los largos procesos de opresión y aculturación cultural, los africanos también debieron recibir y asimilar valores lingüísticos de sus opresores, adaptándolos como propios; de la misma manera gran parte de sus connotaciones ancestrales e idiomas desaparecieron o se recrearon en las condiciones materiales y espirituales de convivencia y mestizaje con otras etnias.
Este último fenómeno ha sido particularmente señalado por Franstz Fanon, señalando el peligro que afrontan los individuos y pueblos colonizados al recibir y asimilar los valores del colonizador, perdiendo los propios.
En nuestros trabajos en Colombia sobre tradición oral hemos tenido oportunidad de estudiar fenómenos de intercambios lingüísticos entre indios, africanos y europeos en las comunidades analfabetas y semiletradas con profuso mestizaje étnico y cultural. Tales fenómenos son muy profundos hasta el grado de no poderse apreciar con precisión el origen de los préstamos actualmente utilizados como propios por todos los hablantes.
Queremos llamar la atención sobre este particular ya que en los análisis comparativos y teoréticos se suele incurrir lúcida o inconscientemente, en interpretaciones subjetivas que no corresponden a la naturaleza del fenómeno observado.


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